Sus genes son heredados del tres veces vencedor en Le Mans, el Audi R8, y sigue su estela como deportivo de altas prestaciones.El diseño futurista y la competencia tecnológica de Audi convierten a este automóvil en una impresionante máquina para la que la máxima “a la vanguardia de la técnica” se aplica con igual pasión en el circuito o en la carretera.
Sin desprenderse de su traje de exclusividad ni perder los modales deportivos, el Audi R8 abandona ahora los circuitos para demostrarnos sus aptitudes cotidianas.
Al volante, las emociones aceleran con la potencia de sus 420 CV hasta alcanzar cuotas difíciles de superar.
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